Con ocasión del nuevo libro de la Dra. Almacellas: Seguir educando con el cine, publicado por Digital Reasons, Amelia Córdoba -secretaria general de la Escuela de Pensamiento y Creatividad- nos ofrece a continuación una interesante recensión del mismo.
En una sociedad como la nuestra, en que todo parece ordenarse al disfrute rápido e intenso del momento presente, no resulta fácil tener –y, menos aún, transmitir a los más jóvenes– criterios claros sobre cómo orientar la propia vida para llenarla de sentido y alcanzar así la auténtica felicidad y no dejarnos seducir por cantos de sirena que nos acaban llevando a nuestra destrucción personal.
El medio más adecuado –y tal vez el único– es mostrar al desnudo la realidad del ser humano, por qué proceso esforzado logra situarse en su verdad de hombre, y, por el contrario, qué actitudes vitales lo van a menoscabar como persona. Para cumplir dicho objetivo, tenemos con el cine un instrumento magnífico, porque nos permite contemplar, como en un espejo, los distintos modos de encauzar la trayectoria vital.
En un guion cinematográfico de calidad, bajo la trama argumental –es decir, las peripecias que seguimos en la pantalla-, late siempre una experiencia humana profunda, que es consecuencia de decisiones anteriores y, a su vez, causa previsible de sucesos posteriores. Por eso saber interpretar las historias del cine equivale a saber interpretar la vida y prever las consecuencias de adoptar ciertas actitudes o realizar determinadas acciones.
Es, por tanto, totalmente oportuno el libro Seguir educando con el cine. Materiales para cine-fórum. Su autora, Mª Ángeles Almacellas, tiene una larga experiencia en el análisis de películas y su aplicación en el aula, siguiendo el método de su maestro, el Dr. D. Alfonso López Quintás, basado en la teoría del juego y de los ámbitos. Ahora nos ofrece el estudio pormenorizado de veintidós películas que tratan temas humanos de la mayor importancia y constituyen un valioso material formativo para los educadores.
Como indica la autora, las películas «han sido seleccionadas en virtud de su gran contenido formativo, su posible aplicación a diversos niveles de enseñanza, desde la escuela a la universidad, en sesiones de cine-fórum y en toda suerte de grupos de reflexión que, a partir de una buena película, quieran dialogar sobre cuestiones fundamentales del ser humano». Además, la lectura del libro en sí mismo constituye un enriquecimiento para los amantes del cine y para quienes quieran profundizar, a través de ejemplos prácticos, en la realidad del hombre y de cómo alcanzar las más altas cotas de plenitud y felicidad.
Estamos ante un libro profundo y ágil, de amena lectura, que nos enseña a penetrar en el contenido humano de las obras cinematográficas, nos ofrece claves certeras para interpretar la vida misma y brinda a padres, profesores y educadores en general, recursos fecundos para desempeñar su importante labor de formar éticamente a niños y jóvenes.
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